Participar en voluntariado de una causa social y/o humanitaria aporta un gran valor a los demás, pero también a uno mismo. Mediante el voluntariado nos ayudamos a nosotros mismos mientras ayudamos a otros.
Este tema es muy cercano a mi corazón y a mis convicciones. Mi recuerdo más remoto es ver a mis papás haciendo voluntariado dando pláticas para integración de familias en grupos de matrimonios, o colaborando en las despensas para familias vulnerables cada año.
Realizar trabajo voluntario permite conocer gente nueva y hacer amigos, desarrollar habilidades e incluso avanzar en nuestra carrera. Además, nos puede ayudar a proteger nuestra salud, tanto mental como física.
El voluntariado también fortalece los lazos con la comunidad
El voluntariado es una importante manera de involucrar a las personas. Cada uno puede aportar con su tiempo, su conocimiento, su información, sus ideas y su experiencia.
Las personas que fueron o son voluntarios tienen una visión más positiva del mundo en el que vivimos, ya que trabajan para mejorarlo.
Participar en actividades de voluntariado aporta más esperanza debido a que ven cómo gracias al trabajo que se realiza hay cambios de la realidad, es un pequeño aporte pero que crece y se multiplica.
El voluntariado es una actividad que empiezan a incluir también las empresas en sus políticas de manejo de personal para mejorar las capacidades emocionales y habilidades sociales de sus empleados, e incluso para mejorar el clima organizacional.
También conocida como Responsabilidad Social Empresarial, es una opción más para hacer las corporaciones más humanas.
Algunas razones para considerar ser voluntario son:
Refuerzan o crean un lazo con la comunidad en la que esta realizando el voluntariado, que puede ser en el mismo lugar al que se pertenece o diferente. Permiten comprender mejor la realidad de quienes viven o qué problemas existen en ese lugar, ya que quizás de otra forma no las vemos o ni siquiera imaginamos que exista esta realidad.
Ayuda a lograr tener o mejorar una experiencia laboral u aplicar los conocimientos que se tiene. Da una gran satisfacción transmitir lo que se sabe o utilizarlo para mejorar la vida de las personas. Es muy apreciada por las empresas la realización de un voluntariado ya que demuestra que la persona tiene valores como solidaridad e interés y compromiso social.
Permite desarrollar la sensibilidad social y colaborar en sacar las mejores actitudes de las personas. Se aprende y siente la necesidad de comprometerse con la realidad actual. Desarrolla, integra o practica conceptos como diversidad, solidaridad, comprensión, inclusión social, sensibilidad, derechos humanos, justicia, agradecimiento, entre otros.
Mejora la autoestima y perspectiva de la propia vida del voluntario, debido a que el contacto directo con personas diferentes a el, les permite apreciar y valorar su situación laboral, familiar, económica, física, cultural, ambiental, etc. Se deja de lado la individualidad y el egoísmo tan frecuente para ser más humanos y generosos.
El voluntario se convierte en protagonista y agente de cambio social para colaborar un poco en mejorar la vida en el mundo, tanto por ayudar a personas, familias como a proteger o cuidar el medio ambiente.
Es muy recomendable animarse a ser voluntario aunque sea un pequeño porcentaje de nuestro tiempo, ya que nos ayudara a valorar la vida de otra manera, y cambiara totalmente nuestra forma de pensar y sentir.