La gratitud es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o recibirá. A través de la gratitud, reconocemos las cosas buenas de nuestras vidas, ya sean intangibles o tangibles, y actuamos en consecuencia.
La experiencia de la gratitud ha sido históricamente un foco de varias religiones del mundo, y ha sido tratada de forma extensa por filósofos de la moral como Adam Smith
Según Cicerón, «la gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás.»
La palabra gratitud procede del latín gratitūdo y, según la RAE, es “el sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.»
Gratitud pues, es algo que sentimos, una inspiración y que además nos impulsa a la acción. Pero además de un estado temporal, también es un rasgo de carácter y ser una persona agradecida equivale a sentirse más satisfecho con la vida.
La ciencia de la gratitud
La psicología positiva, que investiga aquello que podemos hacer para mejorar nuestra percepción del bienestar, ha mostrado especial interés por esta cualidad.
Muchos estudios encuentran que las personas que practican la gratitud reportan beneficios consistentes que van desde la resistencia emocional y la mejora de la salud física a las ventajas profesionales y una mayor empatía.
Según el Centro de Investigación de Conciencia de la Atención Integral de la UCLA, (Mindfulness Awareness Research Center) expresar gratitud cambia literalmente la estructura molecular del cerebro, mantiene la materia gris funcionando y nos hace más saludables y felices. Cuando sientes felicidad, el sistema nervioso central se ve afectado. Eres más pacífico, menos reactivo y menos resistente. Y la gratitud es la práctica más efectiva para estimular los sentimientos de felicidad.
Efecto negativista
La mente humana tienen un «sesgo de negatividad» natural, también conocido como el efecto negativista, que permite que las cosas negativas (experiencias, pensamientos, emociones, etc.) tengan un mayor impacto psicológico que las cosas positivas.
Como dice el psicólogo Rick Hanson, autor de “El cerebro de buda: la neurociencia de la felicidad, el amor y la sabiduría”: «La mente es como Velcro para las experiencias negativas y Teflón para las positivas».
Si quieres ser más feliz tienes que parar y pensar en las personas que han sido buenas contigo o te han ayudado, y lo que puedes ser con ellas a cambio. Este círculo de gratitud – sugiere la ciencia – también te hará un mejor amigo de una de las personas más importantes de tu vida… tu futuro yo.