Expresar gratitud y aprecio tiene numerosos beneficios, como una mayor felicidad, relaciones más satisfactorias y paz mental.
Uno de los mejores hábitos que se aprenden en la vida es a dar las gracias. Todos los días pronunciamos la palabra gracias automáticamente al recibir un favor, una atención, un servicio o cuando alguien nos cede el paso o nos devuelve algo que habíamos extraviado.
Es un acto de reconocimiento a un otro que hace algo por nosotros. Gracias es una de las primeras palabras que se aprenden en cualquier idioma.
Expresar gratitud y aprecio tiene numerosos beneficios, como una mayor felicidad, relaciones más satisfactorias y paz mental.
La gratitud aumenta la autoestima y la sensación de valor personal, ayuda a construir y mejorar los vínculos con los demás, ayuda también a afrontar el estrés y la adversidad, inhibe las comparaciones negativas con los demás, nos ayuda a adaptarnos a nuevas circunstancias, ayuda a incrementar las emociones positivas, permite armonizar nuestro ritmo cardiaco y
mejora la calidad de sueño.
Cuando agradecemos podemos ver más allá de lo aparente, de lo que absorbe nuestra atención todos los días. Recordemos que expresar agradecimiento mejora el bienestar tanto del que da las gracias como del que las recibe.
A nivel colectivo el agradecimiento fomenta la empatía, fortalece sentimientos como confianza e identificación, y promueve la cooperación.
¿Porqué es importante agradecer?
Uno de los mejores hábitos que podemos incorporar a nuestra vida es el dedicar unos minutos antes de dormir a hacer una lista de las cosas que agradecemos, lo que permite que nuestra atención se enfoque en apreciar lo que tenemos y dejar de lamentarnos por lo que no tenemos.
Nada es más honorable que un corazón agradecido.
Séneca
La gratitud no tiene límites. Todas nuestras experiencias son de agradecer. Incluso aquellas que pueden resultar desagradables, y hasta las que nos causan sufrimiento, pueden formar parte del agradecimiento.
Siempre tienen una lección que enseñarnos, y siempre nos dan la oportunidad de superarnos a nosotros mismos.
Hacer una lista de agradecimientos es un ejercicio de constancia para reeducar la mente en enfocarse en aquello que nos gusta y nos hace felices y ser mejores personas: la familia, las mascotas, tomar café con un amigo, dormir en una cama con sábanas limpias, caminar por un parque y ver que las flores están renaciendo, escuchar noticias del nacimiento de un bebé, que nos han aceptado un proyecto al que le hemos dedicado un gran esfuerzo o que alguien a recuperado la salud.
¿De qué estás agradecido hoy?
Estoy agradecida de las grandes y pequeñas cosas de cada día, de todo lo que descubro paso a paso.