Nuestra mente está sobre estimulada con exceso de información que nos dificulta concentrarnos en una sola cosa, creyendo erróneamente que si hacemos varias cosas al mismo tiempo seremos más eficientes y terminaremos más rápido. Donde pones tu atención pones tu energía.

Lo que en realidad sucede es que estamos más distraídos, dejamos de poner atención y nos cansamos con facilidad. Nos frustramos de no ver los resultados que queremos, hacemos las cosas de prisa, y es muy probable darnos por vencidos en poco tiempo.
No nos damos cuenta del desgaste mental que implica pensar en lo que puede salir mal. ¿Porqué no pensamos en lo que puede salir bien? Muchos tenemos la mala costumbre de pensar en lo negativo, en lo mal que van las cosas.
¿Has puesto atención en las pláticas recurrentes en cualquier conversación? Lo común es hablar con pesimismo que vamos de mal en peor. Y claro que las noticias no ayudan, porque generalmente muestras problemas, crisis, situaciones que nos desbordan y nos hacen sentir una enorme impotencia.
Todas las tormentas se quedan sin lluvia
Maya Angelou
¡Cuántas cosas me hacen falta! ¡A los demás se les facilita todo! ¿Porqué me pasa esto a mi? Y pensamos una y otra vez, con detalles minuciosos, el problema o el error que cometimos. Y eso para la mente es volver a vivir el evento, incluso podemos sentir lo mismo que sentimos en el momento que sucedió.
Podemos reprogramar nuestra mente. Soltar lo que no podemos controlar es liberador. Es importante hacer nuestro mejor esfuerzo siempre en todo lo que hacemos y soltar. ¿Soy irresponsable por dejar de controlar? No. Muchas veces las cosas no suceden por desconfiar en el proceso y enfocar nuestro pensamiento en lo que podría salir mal. Es un hábito terrible y por desgracia bastante común.
A veces el exceso de información nos hace sentir que no somos lo suficientemente capaces o no estamos preparados. Es lo que conocemos como el Síndrome del Impostor.
¿Te has dado cuenta de tus propios recursos? Claro que los tienes: tu experiencia en la vida, esos logros a los que no les das demasiada importancia, o simplemente identificar las cosas que si puedes controlar.
Recuerda: Donde pones tu atención pones tu energía. Así, si tu cambias, tu vida cambia.