¿Has tenido alguna idea que desechaste por creer que no era buena, o que a nadie le iba a interesar? ¿Qué tal algún proyecto que no iniciaste y tiempo después supiste que alguien, en alguna parte, lo había empezado? Todo esto sucede por tener creencias tan arraigadas. Recuerda que aquello que crees lo creas, no importa lo que los demás piensen, sino lo que sucede en tu mente.
He estado estudiando Eneagrama desde hace varios meses, y uno de los temas que me ha transformado es el de Neurociencias y la posibilidad de reprogramar nuestro cerebro, porque lo que creemos es lo que vemos y lo que conocemos representa nuestra realidad.
Sin embargo, existen otras posibilidades que pueden significar oportunidades pero no les damos importancia por “creer” que no son posibles, que no es tiempo, que a nadie le va a interesar y que podría ser solamente una pérdida de tiempo.
En días recientes leí una historia que representa muy bien la importancia de desafiar nuestras creencias. A finales de los años 60 el 65% del mercado mundial de relojes estaba en Suiza. Sin embargo, para inicios de los años 80 solo representaba un 10%. ¿Qué fue lo que pasó?
Lo que sucedió fue que los japoneses aprovecharon la oportunidad de producir relojes de cuarzo mil veces más exactos que los mecánicos, usando baterías, con diseños innovadores, más funciones y sin necesidad de mantenimiento.
Relojes de cuarzo… ¿A quién se le hubiera ocurrido? Pues a los mismos suizos, justo alrededor de 1967. Sin embargo, la idea fue rechazada por los fabricantes suizos por considerar que algo tan simple no podía ser el futuro de los relojes y ni siquiera patentaron el invento, oportunidad que fue aprovechada por Seiko.
Otros casos similares que seguro recuerdas es el de Kodak. ¿Por qué fracasó Kodak y qué se puede aprender de su desaparición?
Kodak no comprendió que su estrategia de apostar por las cámaras de película tradicionales (que fue eficaz en un momento dado) estaba privando a la empresa del éxito. Los rápidos cambios tecnológicos y la evolución de las necesidades del mercado hicieron que la estrategia quedara obsoleta. Kodak invirtió sus fondos en la adquisición de muchas pequeñas empresas, agotando el dinero que podría haber utilizado para promover las ventas de cámaras digitales
¿Cómo salir de nuestra zona de comfort mental? De aquello que creemos y que nos hace seguir haciendo lo que hacemos siempre. Podemos hablar con gente que se dedica a actividades diferentes a las nuestras, hacer ejercicio físico, ver películas o aprender otro idioma. Puedes también intentar usar la mano izquierda para cepillar tus dientes si usas siempre la mano derecha – o viceversa.
Un ejercicio sencillo y muy útil es estimular nuestro cerebro todos los días observando y maravillándonos de lo que tenemos cerca. ¿Tienes plantas? ¿Has visto si están naciendo hojas nuevas? Y qué tal si inventas un jugo de frutas diferente al que preparas todos los días.
Seguramente mientras lees esto ya estás pensando en otras posibilidades. En pocas semanas notarás el cambio. Y si, eso es salir de la zona de comfort. Aquello que crees lo creas.